martes, 24 de marzo de 2009

Soy el único que sufre esto?


Viernes:
9 AM. Tras la llamada al trabajo, con voz de enfermo, y tirando más excusas que el Burro Ortoga en el área, lográs zafar. Como un mástil, estás en la parada del colectivo. Entre gente de trabajo, hay un idiota de mochila, gorra de Chevrolet y remera a tono. VOS!
Llegás al autódromo, tras la interminable espera por la entrada.
Boxes. Desolación, calor y ruido. Instintivamente, se busca el lugar donde descansa la Chevy número 1. Está del otro lado. A caminar. Pocas promotoras, así que la "foto para los amigos" sigue en deuda por hoy. Fotos hasta el hartazgo. De trompa, cola, techo, interior, y hasta el piso. (?) Poco interés en la pista.
Tratás de mandarte a la calle delantera de boxes, y lo lográs gracias a un mecánico amigo, que mira para otro lado cuando le decís que es más grande que Joey Ramone y Martín Palermo juntos. Lo lograste! Estás entre los mejores autos! Durás 10 minutos.. Aparece el viejo bigotón de seguridad, el cual te corre a patadas en las nalgas, a la voz de "acá no se puede estar." Volvés a la mediocridad de los boxes traseros.. Pierde un turno!

Sábado:
La cosa empieza a ponerse seria. Ya nadie te da bola, así que la fibra y el póster, ya sabes donde metertelos.. Ayer era el día para eso! Boludo!! Más gente. Te chocan como entrerriano cuando querés pasarlo por afuera. Quemado y cagado de calor, jodete por no llevar el protector solar. Caminás hasta la tribuna, porque ya pasaste día y medio al lado de los autos. Mosquitos haciendote órbita. Se te meten hasta adentro de la Fanta hirviendo. Sacás la correspondiente foto para los amigos, la misma que ayer no podías porque en el autodromo no estaban ni los carteles. Tras el vulgar pensamiento de "Carajo! Si yo fuese piloto, también me levanto una de esas!" Te golpea la realidad, en la cara, como piña del ruso de Rocky IV. "Que? Si ni siquiera podés manejar una licuadora!!"
Pero igual te quedás hasta bien tarde, casi de noche, estorbando donde puedas.

Domingo:
Acá se acaba la joda. Llegás tarde, y casi corriendo hasta la tribuna, llena. Sudor de negro, olor a porro y profanaciones hacia las madres de los tipos que manejan autos rivales. Bueno, aceptable eso último. Buscás un lugar bien alto, para ver sin que las banderas te jodan, ni te arruinen las fotos. Se para el que está sentado adelante tuyo. Como por arte de magia, todos se paran tambien. -Parate o no vas a ver un puto carajo.-
Salen los autos. La Chevy número 1 aparece, acelerando y saludando. Los espectadores con clase (?) anteriormente mencionados, enloquecen, y parecen tirarse de cabeza sobre el techo rojo y azul del auto tripulado por el mejor de todos. Las bombas de estruendo tapan el olor a porro... Al fin! Así, pasa el resto de la jornada, entre Patys crudos, más aromas corporales, e insultos interminables a los del azulado circulo aplastado.
Termina la carrera, y corrés a toda velocidad hasta boxes, para repetir lo que ya hiciste el viernes.. Sacarle fotos a la misma Chevy de la cual no te despegaste en 3 días! Entendés eso de "el hombre es el único bruto que tropieza 2 veces con la misma piedra." Das una última recorrida por boxes, y como a las 4 de la tarde, cansado, y aburrido de ver como traen autos embarrados, mientras desmantelan toda evidencia de la carrera, volvés a la parada, donde el colectivo tarda AÑOS en llegar.
Aparece, te subís, y analizás tooodas las fotos que sacaste...

Y sabes que? En la siguiente carrera, volvés a hacer todo exactamente igual, en el mismo orden preestablecido!



Reportó Ricky Bobby, desde el autódromo del detestable nombre.